viernes, 3 de enero de 2014

No siempre se puede

Me encuentro pasando unos meses deportivamente “complicados”.  Seguro que tras leer esto me entiende cualquiera que entrene cualquier disciplina en serio, ya no para ganar títulos, que eso sólo es para algunos elegidos entre los que no me encuentro, sino para dar lo mejor de uno mismo. En fin, para todos los que el deporte es una parte fundamental de nuestras vidas entenderéis el bache.

Y no sé si  el bache es físico, psicológico, mental, de cambio de hábitos y rutinas, de cambio de entorno o todo a la vez. No obstante tengo que dar gracias porque el resto de mi vida va muy en orden, como siempre hasta el momento.

Disfrutando en el Ironman de Lanzarote, ya en la maratón


Me explico. Los que me conocéis sabéis que siempre he viajado por trabajo de vez en cuando, cosa que disfruto como si fueran vacaciones, pero desde hace poco viajo intercontinentalmente más de lo que deportivamente me gustaría (en concreto estoy pasando 10 días seguidos al mes fuera desde fin de la temporada pasada). Y además hablamos de países con condiciones meteorólogicas y de entorno muy complicadas para hacer lo que más me gusta: nadar, pedalear y correr.

Y es que me resulta realmente jodido mantener la motivación para disfrutar el entreno que toca ese día hasta la última gota de sudor, sabiendo que en pocos días me tocan 10-12-15 días de casi parón total, y vuelves, unos pocos días de entreno y otra vez al extranjero y así se repite el ciclo.

Grupeta de amigos que nos juntamos un día lluvioso a hacer puertos en Junio. Nos llovería bajando Morcuera y acabamos en un bareto en Miraflores al abrigo de la chimenea. Dejamos buena peste a machote en el bar...
Yo en el centro abajo de negro.


Y llevo estos meses intentando sacar pasión  triatlética como un auténtico desgraciado. En viajes y durmiendo aquí y allá, para los que no somos pros que viajaran con el entreno, imagino, es difícil sacar tiempo para entrenar porque se trabaja el doble de horas, y además tocan cenas, comidas y demás pero lo he intentado, y he conseguido hacer algo muy al alba o ultimísima hora, muy poco, corriendo en la cinta del hotel algunos días, nadando con chandal adidas en la piscina (sí como nadar lastrado) porque me prohibieron enseñar el cuerpo a otros hombres (leyes del país), intentando hacer algo en la bici estática… pero eso más de la mitad de días al mes es un imposible… y la verdad es que no soy tan fuerte y al final lo acabo dejando o haciendo poquísimo en los viajes. Es cierto, lo reconozco, no tengo huevos para seguir entrenando a full en esos entornos inestables.

Empecé ilusionado, el primer viaje donde prácticamente no pude hacer nada me desmotivó triatléticamente (14 días casi parado), pero a la vuelta me vine arriba y reanudé, enganchando la forma que tocaba a esas alturas. Pero cuando llevaba 3  viajes ya son muchas leches y muchos parones y cuesta levantarse. Sigo haciendo deporte, sí, pero sin seguir un plan y lejos de estar en condiciones óptimas, por ejemplo en peso y en ritmos. Y esto duele. Duele en las patas y sobre todo en la cabeza. También duele estar inscrito a ironman y medio ironman en 2014 y saber que no va a poder ser. Y como cuesta entrenar sin objetivos… Estoy descubriendo que para poder rendir deportivamente necesito cierta estabilidad mental... y ahora no es que esté inestable, y menos psicológicamente, pero sí que no estoy centrado.

Ahora que se ha cerrado el año, pienso mucho en 2013, guardo para siempre grandes momentos:

  • Creo que el tri que mejor me sentí y mejor me salió fue el medio Ironman de Málaga. Rondando las 4:45 y mejorando mucho en Carrera a pie.
  •  Los entrenos de natación en el circuito de competi dos días antes de competición me supieron a gloria. 10 minutos dos días para eliminar estrés y conocer circuito. Que océano azul  (blue ocean, jaja), primera vez que veo peces nadando en tri, que tranquilidad a las 7:00 de la mañana en esas aguas de Lanzarote los días previos a la competición. Nadar disfrutando, eso fue.

  • La bici del Ironman y mi pelea con mi cansancio y con dolor de rodilla corriendo, con aquél encuentro con el espectador que me devolvió a la carrera, hasta cruzar con Lucci la meta.
  • Last but not least,  tal vez lo más importante de todo: salir a entrenar con Fonsi y Migueliño durante toda la temporada en la preparación de Ironman (aunque llevamos más tiempo juntos). Creo que nunca voy a encontrar dos partners así, y eso, al menos para mí, es lo más importante. Nos hemos reído, hemos disfrutado, hemos cantado (casi siempre esta canción: ♫♫ te has puesto el tanga del revés… y se te ven los hueeeeevos ♫♫), hemos sufrido como cabrones, nos hemos saltado los ritmos de entreno en numerosas ocasiones (y como lo hemos disfrutado yendo fuerte), hemos petado algunos días, nos hemos apajarado todos nosotros, un día unos y otros días otros (esto para gente ajena a la jerga ciclista significa quedarte vacío, sin fuerzas, no penséis mal), hemos compartido ilusión, ha habido muchísimo compañerismo, rivalidad sana, hemos compartido bidones, barritas y geles, hemos charlado de nuestras preocupaciones y nuestras alegrías, hemos convertido la casa de Migueliño en nuestro centro de operaciones con permiso de Tamara, y el carril bici, la sierra Norte y el Pardo en nuestra sala de juegos.  Hace tiempo llegué de invitado a estos dos amigos de entreno con una relación muy forjada entre ellos dos por el tiempo, y me han recibido con brazos abiertos.  Siempre estaré agradecido. Hemos entrenado como si no hubiera mañana. Y a veces nos han acompañado Araujo, Triker y otros trigloberos... y como no! el gran Manu Razola, con una progresión imparable, disfrutando del sufrimiento, siempre ahí sin perder estela domingo tras domingo, que tío más grande... Estos momentos con ellos para mi han sido lo mejor del año deportivamente hablando, y como siempre, por fortuna o por desgracia te das cuenta a tiempo pasado. Con amigos así y sin lugar  a duda, mucho mejor entrenar que competir. Parece que este año por diversos motivos, entre ellos los míos, nos vemos menos de los que a todos nos gustaría, pero sin duda el "comando tachuela" estaremos pronto dando guerra.